
Lo Que Tu Piel Necesita
El proceso de envejecimiento no se puede detener por completo; pero, Aquaroma® puede contribuir para que tu piel alcance su máximo potencial y prolongue su estado juvenil. Ya sea que tengas una piel normal, seca, grasa, acné, sensible o combinada (¿cuál es tu tipo de piel?), tu piel necesita limpieza profunda de poros, exfoliación, rehidratación, nutrición, miotensión y sellar humedad y nutrientes. Nuestras Consultores Profesionales de Aquaroma® están listas para analizar tu piel, realizar tratamientos y recomendar productos y protocolos adecuados, según lo requiera tu tipo y condición de piel.Limpieza Profunda De Poros

Exfoliación

Rehidratación

- Oclusivas y deshidratantes: las humectantes oclusivas están basadas en lípidos [es decir, basados en aceites / grasas] y están diseñados para ayudar a la piel a retener la humedad interna, suponiendo que ya existe dentro de la misma.
- Infusivas e Hidratantes: Estas humectantes proporcionan humedad real a la piel. Aquaroma®, siendo una línea a base de líquidos (sueros), pertenece a la segunda categoría: es un sistema de rehidratación real, no oclusiva. Como tal, proporciona (“inyecta” sin agujas) humedad real y abundante a tu piel.
Nutrición

Miotensión

Retención de Humedad y Nutrientes

Tipos de Piel
Tu piel es el órgano más extenso de tu cuerpo, con asombrosas complejidades anatómicas y fisiológicas, como se explica con más detalle en otro lugar (Sección para Consultores Profesionales).
No tenemos el mismo número de glándulas sebáceas en cada parte de nuestro cuerpo, por lo que experimentamos una variación en el grado de concentración de sebum (grasa natural) en nuestra piel. Además de las diferencias en el número de glándulas sebáceas, existen diferencias en su nivel de actividad (hipo actividad, normalidad, o hiperactividad).
Por ejemplo, hay más concentración de glándulas sebáceas en la zona T (frente, nariz y barbilla) y menos en las mejillas, el área del contorno de los ojos y el cuello. El número de glándulas sebáceas y su nivel de actividad determinan, en gran medida, los distintos tipos de piel. En Aquaroma® nos enfocamos en estos tipos de piel: seca a normal, grasa, acné, combinación (mixta) y sensible.
La piel seca es baja en sebum (resultado de glándulas hipoactivas). Eso puede provocar descamación, deshidratación, arrugas y envejecimiento prematuro.
La piel normal se caracteriza por una producción suficiente de sebum para mantener un manto ácido robusto y saludable (combinación de sebum con sudor) y para preservar la flexibilidad y la elasticidad de la piel. Para fines de tratamiento, Aquaroma® agrupa las pieles secas, maduras y normales en una categoría.
La piel grasa es alta en la producción de sebum (glándulas sebáceas hiperactivas), en la zona T y en otras áreas de la cara y del cuerpo. Son comunes los poros abiertos, las espinillas y las cabezas blancas (milias).
La piel acneica ocurre después de que las glándulas sebáceas hiperactivas son infectadas por Propionibacterium Acnes, la bacteria que produce el acné. Las espinillas, pápulas, nódulos y quistes son frecuentes, en el rostro y en otras partes del cuerpo.
La piel combinada o mixta se caracteriza por glándulas sebáceas hiperactivas en la zona T y sebáceas hipoactivas en las mejillas, el área del contorno de los ojos y el cuello, como se muestra en la figura adjunta (Ilustración de la zona T).
La piel sensible: puede tener algunas de las características de los tipos anteriores. Además, la inflamación, la irritación, la descamación, el enrojecimiento y los capilares rotos suelen estar presentes en varias áreas de la cara. Las pieles sensibles son bastante exigentes y requieren cuidado en casa e intervención de parte de su Consultora Profesional de Aquaroma®.
¿Qué Tipo De Piel Tienes?
Busca asesoramiento profesional. Una de nuestras Consultoras Aquaroma® podrá ayudarte. Si eso no es posible, aquí hay una sugerencia fácil para que pruebes en casa:
- Removerse completamente el maquillaje antes de retirarte a dormir.
- A la mañana siguiente, sin haberte lavado la cara,
- Golpea suavemente una primera hoja de papel secante sobre la zona T (muestra A).
- Golpea suavemente una segunda hoja de papel secante en el resto de la cara (muestra B).
- Sostén ambas Muestras A y B contra una luz brillante.
Ahora, mira los resultados:
Si ambas muestras, A y B, son translúcidas, tienes la piel grasa.
Si las Muestras A y B no son translúcidas, o apenas así, tienes una piel seca a normal
Si la muestra A es translúcida, pero la muestra B no lo es, tienes piel combinada o mixta.
Ten en cuenta que la piel es un órgano dinámico que cambia a medida que nuestra vida, edad y otras circunstancias varían. Por lo tanto, es importante, de vez en cuando, examinar tu piel en busca de posibles cambios y ajustar los protocolos de cuidado de la piel en consecuencia. Las Consultores Profesionales de Aquaroma® están listas para trabajar contigo para optimizar las condiciones de tu piel durante muchos años por venir.